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Retrato de una clase social en decadencia

La primera novela de Eva Cruz disecciona la élite urbana de los primeros años del milenio a través de unos personajes a los que la ambición ha enajenado de la sociedad en la que viven

La periodista Eva Cruz en Madrid.

La periodista Eva Cruz en Madrid. / ALBA VIGARAY

Francisco R. Pastoriza

Aunque sólo se cita un par de veces, la Pagoda diseñada por el arquitecto Miguel Fisac, erigida como icono de una cierta arquitectura finisecular española y demolida en 1999 a causa de una operación especulativa de terrenos en la ciudad de Madrid, puede servir perfectamente como metáfora de las historias que se cuentan en Veinte años de Sol (AdN Alianza de Novelas), primera novela de la periodista Eva Cruz. Hay aquí varios relatos paralelos que, desde su plenitud, se van convirtiendo poco a poco en relaciones decadentes que terminan provocando el naufragio de sus protagonistas: la demolición de sus vínculos. Una historia de amor que degenera en una relación tóxica; una amistad que termina enfrentando a sus personajes; una relación paterno-filial que mantuvo durante demasiado tiempo una impostura de buenas relaciones antes de que sus protagonistas pudieran reconocer el fracaso. Eva Cruz va construyendo las identidades de los personajes de su novela a través de sus actividades cotidianas, a las que añade retazos de recuerdos, evocaciones, alusiones a los lazos que los unieron durante los últimos veinte años, los que van del año 2000 al 2021.

Como telón de fondo de las historias que se narran a lo largo de sus más de doscientas páginas, hay en la novela críticas a algunas peculiaridades de la sociedad contemporánea: la especulación inmobiliaria, la ingeniería financiera, los intereses espurios de la investigación científica con pacientes cobaya o los nuevos métodos de tratamiento y manipulación de la memoria basados en técnicas neurotecnológicas de inciertos resultados. Y también problemas a los que hubo de enfrentarse la sociedad en esos años, como la crisis económica y la pandemia del coronavirus.

La estructura se ajusta a la de un 'flashback' cuyos episodios se van sucediendo de forma que al final todos van encajando en el desenlace

Los veinte años de Sol son los de los acontecimientos que suceden durante ese periodo en el entorno de Sol Zarza, hija de un constructor que ha hecho una gran fortuna en el negocio del ladrillo a costa de la especulación de terrenos, la ejecución de técnicas empresariales implacables, de desahucios despiadados. Son al mismo tiempo veinte años de una luz que se va apagando poco a poco a medida que la realidad se va imponiendo sobre las vidas de unos personajes a los que la ambición ha enajenado de la sociedad en la que viven. Afectados por la corrupción y la pérdida de valores elementales, víctimas de una codicia sin límites, persiguiendo objetivos indefinidos. De entre todos ellos, apenas Sol se salva por momentos de la degeneración que los aqueja. Y también Melanie, una exgimnasta, inmigrante rumana con un brillante provenir como deportista de élite cuando era niña, frustrado por problemas familiares y por la deriva de aquel país, un personaje que encuentra al fin su razón de vivir en el retorno a sus orígenes.

La estructura de Veinte años de Sol se ajusta a la de un continuo flashback cuyos episodios se van sucediendo de forma no cronológica, en un discurrir orientado por los títulos de cada capítulo, de forma que al final todos ellos van encajando en el desenlace, como las piezas que culminan un puzle en construcción.

'Veinte años de sol'

Autora: Eva Cruz

Editorial: AdN Alianza de Novelas

232 páginas. 18,50 euros